jueves, 29 de julio de 2010

Toros, prohibiciones y dehesas

Es la noticia del día y, tal vez, del año. El parlamento catalán decidió ayer dar el estoque final a las corridas de toros dentro de su territorio. Un avance importante para acabar, de una vez por todas, con la llamada España profunda y civilizarnos un poquito. Esta iniciativa popular ha recibido el apoyo de varios partidos, desgraciadamente la votación favorable por parte de los partidos fascistas naZionalistas catalanes tiene más una motivación de diferenciación del resto del estado español que de verdadera concienciación con el maltrato animal. Los otros fascistas, pero los del centro peninsular, se han llevado las manos a cabeza con el, ya utilizado hasta el hastío, "rotura de España" o "claro recorte de las libertades" (!?). Y digo yo, ¿era necesario hacer esto ante un entretenimiento que tiene los días contados? ¿es totalmente beneficiosa esta iniciativa?

Extraída de la página web de El Jueves.

Lo cierto es que, desde un punto de vista del bienestar animal y orgullo nacional, la prohibición de las corridas de toros era urgentemente necesaria. Pero, ahora bien pensemos en lo que rodea al sector taurino. No voy a entrar en la parte económica, ya que hay acalorados debates sobre si realmente existe unas subvenciones a los ganaderos, y de esa información para corroborarlo o desmentirlo, sinceramente carezco. Desde una focal medioambiental lo más probable es que el efecto fuera desastroso, apocalíptico tal vez. No solo ya por la más que probable extinción del toro de lidia, por otra parte no está claro que sea una raza diferente del resto de las razas vacunas. Estos animales son criados en dehesas, bosques de encinas (Quercus ilex) o alcornoques (Q. suber) en los que el pastoreo ha eliminado la capa arbustiva. De esta forma se crea un ecosistema constituido por el estrato arbóreo y el herbáceo, curiosamente lo más parecido que habrá en Europa a cuando ésta aún estaba poblada por toda la megafauna cuaternaria. Así que tendríamos una sencilla ecuación sin toros, no hay dehesas*, y sin dehesas no hay un importante ecosistema importante para varias especies, y estando en el país en el que estamos, estos terrenos acabarían siendo un campo de golf o una urbanización. Supongamos por un momento que a nivel estatal se prohíbe todo tipo de espectáculo taurino, y que nuestro honrado y eficiente gobierno decide adquirir una parte importante de los terrenos adehesados, simplemente por el hecho de conservarlos bajo alguna de las figuras de protección del territorio vigentes en la legislación. Claro está, esto no pasaría.

Toros paseando en una dehesa en las cercanías de Baños de la Encina (Jaén). Fuente: Wikipedia.

Es más con la gran cantidad de intentos que han habido, y habrán, por recuperar al extinto uro o toro salvaje (Bos taurus primigenius), mediante cruces, retrocruces y demás triquiñuelas genéticas para traerlo de nuevo a la vida. Algo que ya se intentó con decepcionante resultado por los hermanos Heck crando al manso y fenotípicamente muy variable toro de Heck o uro recreado. Como al fin y al cabo tanto el uro como el toro de lidia, psando por la lechera vaca suiza, son la misma espeie, perfectamente se podría utilizar al toro de lidia como sustito ecológico del primero y dejar que nuestra amiga la selección natural hiciera el resto. ¿Nadie ha pensado en el potencial turístico que tendría un paraje con manadas de toros de lidia salvajes acosados por lobos? Los naturalistas se pegarían por la posibilidad de presenciarlo.

Como veis alternativas a la supueta irremediable extinción del toro de lidia haberlas, haylas, unas más factibles que otras, pero las hay. Tal vez la que tuviera más pisibilidades de llevarse a cabo fuera la de conservar el espectáculo taurina, pero sin llegar hasta la innecesaria muerte del animal y sin tener que ensartarlo a base de banderillazos. Pero eso es otra historia, ya que tristemente lo que le gusta a los aficionados a la tauromaquia no es más que ver sangre y muerte.

* Obviamente las que se dedican a la cria de toros de lidia.

4 comentarios:

  1. no se donde leí que ya en Canarias eso era ley pero por ser Canarias muchos no se habían dado cuenta

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  2. Desgraciadamente, hay círculos reducidos de peleas de gallos en ciertas islas, y las peleas que no son mortales son legales (-_-)
    La verdad es que me da un poco de pena, esto es España...

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  3. Hace poco leí que de unos seis millones y cuarto de hectáreas de dehesa que hay en España sólo trescientas mil se dedican a la cría de toros bravos, es decir, algo menos del 5%. Si es cierto este dato, no hay muchos motivos para ligar el futuro de la dehesa al del toro bravo.
    Y en cuanto al acoso de los lobos a los toros, pues sí, resulta fascinante, pero considerando que nuestros lobos se alimentan básicamente de corzos, lo veo un poco difícil. (Los lobos polacos, que suelen alimentarse de ciervos, apenas molestan al bisonte.)

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  4. me alegra mucho ver la cantidad de detractores que hay de la llamada "fiesta nacional". Desde tierras catalanas quiero puntualizar que la relación independentismo-abolición corridas es mas un invento de los politicos que ya conocemos y de cuyo nombre no quiero acordarme que una realidad. Otra cosa es que por aquí, salvo en épocas franquistas en las que la gente no podía hacer otra cosa el domingo que futbol y toros, nunca han gustado mayoritariamente y más bien se consideran popularmente como una salvajada.

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