miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Hasta luego abejaruco!



Ya estamos en otoño. No solo se empieza a notar por las menos horas de luz solar diarias, sino por la ausencia ya del apreciable e inconfundible canto de los abejarucos (Merops apiaster).
Muchos tipos de animales realizan migraciones, desde el propio plancton hasta los mamíferos, pero aquí únicamente me voy a centrar en las realizadas anualmente por las aves. No son pocas las especies que cambian de residencia en el otoño boreal por otras latitudes más sureñas con un clima más benigno. Cualquier especie de golondrina (Hirundo sp.) vencejos (Apus sp.) o culebreras europeas (Circaetus gallicus), entre otras, suelen realizar el trayecto entre Europa y África principalmente a través de cuatro pasos: cruzando las penínsulas Ibérica, la Itálica o la Helénica o siguiendo la costa de Oriente Próximo, siendo esta última junto con Iberia las rutas más importantes.


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miércoles, 22 de septiembre de 2010

La irónica evolución

Quién les iba a decir a las llamadas aves del terror que de ser los superdepredadores de muchos ecosistemas del Cenozoico sudamericano depredando sobre mamíferos de escaso porte iban a extinguirse sin dejar descendencia. Y todo ello por el simple hecho de unirse ambas Américas a través del istmo de Panamá. Aunque el último género que sobrevivió lo hizo en Texas, Titanis walleri, en los últimos cuatro millones de años no hay ni rastro de ellos. Una gran pérdida sin duda.

¿Y por qué todo este rollo? Un coleguilla me ha pasado la siguiente tira cómica:

  

Salvando las incongruencias evolutivas del mismo, esta imagen representa perfectamente la llamada incontingencia histórica. En su día los forusrácidos dominaban el mundo con mano pico de hierro en su isla-continente*. Actualmente sólo nos quedan sus rests fosilizados. Pero, ¿qué hubiera pasado si no hubiera existido el istmo de Panamá? El mundo sería totalmente distinto, para empezar Europa sería muchísimo más fría de lo que es ahora, pues no existiría la Corriente del Golfo, y, obviamente, en la península Ibérica no gozaríamos del benevolente clima mediterráneo. Es muy probable que los forusrácidos fueran aun un componente muy importante en la cadena trófica de los ecosistemas sudamericanos. Me temo que incluso sin el cierre de la comunicación entre los oceános Pacífico y Atlántico no hubieran entrado en recesión las selva africanas, y , en última estancia, nosotros nos estaríamos aquí. ¿Y si volviera a pasar? ¿Las aves del terror morderían el polvo de nuevo? Ni idea. Es imposible predecir el resultado de aquellos sistemas que dependen de miles de variables. Por eso la evolución (ni el futuro. En efecto la astrología, videncias y demás son solo patrañas) pueden predecirse. De acuerdo en que mirando desde el presente al pasado se puede discernir una intencionalidad en la evolución, pero nos es imposible predecir como se desarrollarán las formas futuras. La única tendencia de la evolución es la supervivencia, no crear inteligencia como mucha gente cree. Sólo somos un accidente que tuvo su origen en el cierre del istmo de Panamá. Justo el mismo que dio la puntilla a los forusrácidos.

Ya lo dijo Stephen Jay Gould refiriéndose a Pikaia, uno de los cordados más antiguos conocidos (sino el que más), en su maravilloso libro "La vida maravillosa":

"Rebobínese la cinta de la vida hasta los tiempos de Burguess Shale y hágase tocar de nuevo. Si Pikaia no sobrevive en la repetición, somos barridos de la historia futura: todos nosotros, desde el tiburón al petirrojo y al orangután."

* Recordemos que durante esa época Sudamérica estaba aislado del mundo, de forma similar a Australia. La fauna era muy peculiar y estrambótica, los herbívoros estaban contituidos por grupos de mamíferos placentados exclusivos de ésta y los carnívoros eran formas marsupiales y aves de terrible pico. 

Sobre tigres y busardos

Ayer mismo Enrique nos enseñó lo que se cuece en la gran y activa despensa de las noticias dinosaurianas. Pero estos antediluvianos seres no son los únicos que presentan novedades estos días. Tal y como veremos la fauna actual puede competir con las novedades paleontológicas que suelen invadir la prensa general.

Empecemos con el mayor carnívoro terrestre de nuestros días: el tigre (Panthera tigris). De todos es sabido la precaria situación por la que atraviesa este impresionante felino. Antiguamente se extendía por casi toda Asia, excepto la península Arábiga y el la costa norte de Rusia, llegando incluso a registrarse durante la Edad Media algún avistamiento en las heladas estepas del norte de Ucrania, pero hoy las cosas son bien diferentes, eliminado de prácticamente la totalidad de su área de distribución primigenia, subsiste en poblaciones inconexas en Java, Sumatra, Tailandia, China, el extremo oriente ruso y, donde más abunda, el subcontinente indio.

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jueves, 16 de septiembre de 2010

Criptozoología: fraudes y mentiras

Si una cosa abunda en el mundo criptozoologico son los fraudes. Los hay para todos los gustos y colores, desde elaboradas genialidades de difícil descrédito hasta burdos, patéticos y hasta chapuceros intentos de engañar al prójimo.
Tal vez uno de los más singulares sea el caso de los cadáveres monmificados de sirenas que tanto aundaron en las ferias de las pincipales ciudades americanas de finales del siglo XIX. Interesantes trabajos taxonómicos de ensamblaje del tronco superior de un pequeño mono a la cola de un pez, los propietarios de éstas aseguraban provenir de remotas islas del Pacífico Sur y, obviamente, su observación solía necesitar el previo depósito de un generoso donativo. Para cuando todo el engaño se había descubierto el timador ya había puesto pies en polvorosa con los bolsillos bien llenos. Tal vez el caso más sonado de esto fuera el de la llamada sirena de Fiji. Famosa por la gran afluencia de público que fue a verla y todo gracias a la publicidad que se le dió. "Seductora criatura con los senos al aire", así rezaba el slogan publicitario. El propietario, una pícaro inglés llamado J. Griffin (aunque no era su nombre real) combinó de esta forma dos atrayentes ganchos: tetas y cosas raras. Obviamente la "sirena" era todo lo contrario, la espantosa mueca que presentaba la cara del mono era de todo menos seductora. Para cuando se descubrió todo el pastel Griffin ya se había largado. Por increíble que parezca aún hay casos similares a este, ya no con la imposible anatomía de las sirenas, pero si con surrealista creaciones taxonómicas. Circula en Youtube un vídeo acerca de un supuesto cadáver de un humonoide diminuto o extraterrestre cazado en una granja mexicana. Muy espectacular y bonito, pero claramente se ve que es, nuevamente, un pequeño mono al que se le ha tratado la dentadura para que parezca de ligeramenta a la de un roedor.

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viernes, 10 de septiembre de 2010

Alegación para la prórroga del catálogo de especies amenazadas

Algo preocupante se está poniendo de moda en este país. Es curioso que el periodo de alegaciones para algo tan improtante como el Real Decreto por el que se producirá la revisión del catálogo nacional de especies amenazadas coincida con el mes de vacaciones por excelencia, agosto, y, de hecho, dicha fase acaba hoy viernes 10 de septiembre. Algo tendrán que ocultar, ni más ni menos, por ejemplo en el caso de los invertebrados se han excluído de la lista a 274 especies en situación grave o muy grave. Una vergüenza, se ve que el caso canario ha creado escuela. La gravedad del asunto va más allá de la propia desfachatez del asunto, es una clara y  severa agresión al estado de derecho y de los propios derechos de los que goza todo ciudadano español.

¿Y qué hacer? Pues se ha propuesto el enviar el siguiente correo a la dirección de correo electrónico participacionpublica especiesamenazadas@marm.es con el siguiente texto solicitando una prórroga de dos meses del periodo de alegaciones:

"Ante la inmensa importancia de este esperado catálogo, en el que se basará la gestión y conservación de las especies en un futuro, y ante las incoherencias y ausencias inexplicables detectadas. Solicito que se amplie el plazo de alegaciones dos meses más, hasta el 10 de noviembre.

Atenuantes: La ley que debería haberlo incluido es de 2007 (42/2007, Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad), se han tenido tres años para elaborar el Cátalogo y no puede ni debe sacarse a información pública en agosto (mes en el que la propia administración parece no existir) sin hacer difusión de la misma y con un exiguo plazo para alegar, casi rozando la ilegalidad."

Puede que ya sea tarde, pero por intentarlo que no sea.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La lucha por la vida

Con el simple y nímio hecho de mirar al suelo, y un poco de suerte, puedes ser testigo de increíbles y maravillosas historias. Esto me paso hace unos meses durante una ruta en Serra (Valencia), dentro del Parque Natural de la Serra Calderona. En uno de los muchos senderos que discurren por la zona tuve el honor de ver la lucha por la vida que mantuvieron durante unos minutos varias hormigas contra un ciempiés de unos 10 centímetros de largo:


Finalmente el ciempiés logro zafarse de las opresoras mandíbula asesinas de las hormigas. Y este es el resultado de la escaramuza, es muy probable que con una herida tan grave el ciempiés no llegara muy lejos.


Pepito, el jorobado de Cuenca

La península Ibérica es una importante localización en la paleontología. No solo disponemos de una gran cantidad de reconocido prestigio internacional, además gozamos de algún que otro de conservación excepcional, lo que en el mundillo se conoce como lagestätte. Un ejemplo de esto es el yacimiento de Las Hoyas, en la provincia de Cuenca. Datado entre hace 125 y 130 millones de años (concretamente en Barremiense, peqeuña subdivisión del Cretacico Inferior), este afloramiento fosilífero nos ha brindado y permitido gozar de una variadísima diversidad de especímenes de vegetales, anfibios, cocodrilos y, por supuesto, dinosaurios. Pero curiosamente, los restos de terópodos se limitaban a únicamente al ornitomimisáurido Pelecanimimus polyodon, un género algo similar* al Gallimimus de Parque Jurásico y varios tipos de aves de pequeño tamaño. En el sistema faltaba un depredador de gran tamaño. Habéis leído bien "faltaba", por que ya no falta. Ayer se presentó a bombo y platillo al primer ejemplar de Concavenator corcovatus, conocido cariñosamente como Pepito.

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viernes, 3 de septiembre de 2010

Dormitando

Antes por que era agosto y ahora por que es el inicio del año laboral, ando algo despistadillo al regreso de las vacaciones y, encima, si le unes a que estoy ultimando el PFC para licenciarme de una vez por todas, se obtiene como resultado que este humilde blog se encuentre exactamente igual que esta lagartija colilarga (Psammodromus algirus): ¡¡¡DORMITANDO!!!


Prometo ponerme las pilas y en breve volver a postear. Por si alguno tiene ganas de leer algo mío enlazo mi última entrada en El ojo de Darwin sobre criptozoología.
 
CRIPTOZOOLOGÍA: MONSTRUOS Y QUIMERAS

Los gravoides se caracterizan por presentar un cuerpo vermiforme y una tremenda voracidad. Carecen de ojos y sus días transcurren bajo el suelo del Perfection Valley en Nevada (E.E.U.U.).
El guionista de “Temblores” simplemente tuvo que basarse para crear los monstruos de su película en un famoso críptido. De hecho, si sustituimos graboide por olgoi-khorkhoi y Perfection Valley por el desierto de Gobi mongolés, tenemos una rápida y perfecta descripción del gusano intestino de la muerte mongol u olgoi-khorkhoi. Bueno habría que añadirle su extrema ponzoñosidad, capaz de expulsar el veneno a distancia, y su increíble habilidad de producir mortales descargas eléctricas. Es curioso pero únicamente lo han visto nómadas mongoles y, a pesar de las diversas expediciones en su búsqueda, no existe ni una sola foto, vídeo o similar que intuya un ser físico real detrás de la leyenda. Claro que como excusa se podría decir que el Gobi ocupa una gran extensión. El primer occidental en fijarse en las historia del olgoi-khorkhoi fue Roy Chapman Andrews en los años veinte del pasado siglo, eso sí dudando seriamente sobre la verdadera existencia de éste. Posteriores autores han intentado poner cara a esta supuesta criatura, desde anfisbénidos, hasta serpientes, pasando por algún tipo de cecilia gigantesca.